Cuidado adecuado de la herida después de una mordedura de perro es crucial para detener el curso de la infección y evitar efectos graves y duraderos para la víctima. Una persona que sufre una lesión personal por una mordedura de perro debido a la negligencia del dueño puede ser capaz de recuperar una compensación por sus lesiones. Sigue leyendo para obtener más información.
Cuidado adecuado de la herida después de una mordedura de perro
Aunque buscar atención médica es una acción necesaria, hay algunos pasos que las víctimas de mordeduras de perro pueden tomar en el lugar del ataque para reducir el riesgo de infección y otras complicaciones graves. Según la información proporcionada por la Cleveland Clinic, un centro médico académico sin fines de lucro, las víctimas de mordeduras de perro deben tomar los siguientes pasos inmediatamente después de ser mordidas:
- Lavar la herida. Usando un jabón suave y agua tibia del grifo, lave la herida y deje correr el agua sobre ella durante cinco a diez minutos. Tenga cuidado de ser suave al lavar, ya que frotar demasiado agresivamente puede empeorar la gravedad de la herida.
- Detener el sangrado con un paño limpio. Aplique presión suave pero firme en el área de la herida para detener el sangrado. Evite aplicar fuerza excesiva al comprimir el área de la herida.
- Aplicar una crema o gel antibiótico de venta libre. Estos materiales a menudo se incluyen como parte de un botiquín de primeros auxilios genérico y pueden servir como la primera línea de defensa contra las infecciones causadas por ataques de mordeduras de perro.
- Vendar la herida. Usando una venda estéril, envuelva la herida lo suficientemente apretada como para frenar el flujo de sangre, pero tenga cuidado de no envolver demasiado apretado. Una venda demasiado apretada puede cortar la circulación en el área afectada y causar complicaciones adicionales.
- Contactar a un profesional médico. Una vez que la herida haya sido limpiada y vendada, es hora de contactar a su médico local o a una clínica de atención urgente para programar una cita.
- Cambiar la venda con frecuencia. Una vez que su médico haya examinado la herida, mantenga la herida y el área circundante limpia repitiendo los primeros cuatro pasos varias veces al día según sea necesario.
- Vigilar la herida y el área circundante en busca de signos de infección. Los signos comunes de que una herida de mordedura de perro se está infectando incluyen enrojecimiento, hinchazón, aumento del dolor y sensibilidad, y fiebre. Si experimenta alguno de estos síntomas en cualquier momento después de un ataque de mordedura de perro, contacte a su médico de inmediato.
Buscando compensación del dueño del perro
La ley estatal de Nevada sigue lo que comúnmente se conoce como la regla de “una mordida” con respecto a las lesiones personales causadas por mordeduras de perro. Esta regla establece que, en la mayoría de los casos en los que un perro ataca a alguien, el dueño solo será considerado responsable si el dueño tenía motivos para creer que el perro era peligroso. Esta creencia razonable casi siempre proviene de un incidente anterior en el que el perro mordió a alguien, por lo que la regla se llama regla de “una mordida”; después del primer ataque, los dueños se vuelven responsables.
Hay excepciones a la regla de una mordida, más a menudo cuando el dueño actúa con negligencia. Un ejemplo sería un perro que se deja suelto en un área donde los letreros claramente indican que todos los perros deben estar atados.
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