
La respuesta corta a esta pregunta es sí.
No es sorprendente que las cámaras de video y la vigilancia sean dos herramientas que se utilizan para la seguridad en los campus escolares, desde preescolares hasta universidades, y que se estén volviendo cada vez más comunes. Para aquellas instalaciones que ya tienen cámaras de video para fines de seguridad, o están planeando instalarlas, es fundamental que estas empresas sepan lo que está permitido y lo que no está permitido por la ley.
Esta publicación discutirá brevemente cómo las instalaciones, específicamente las instituciones educativas, pueden usar cámaras de video para fines de seguridad y al mismo tiempo cumplir con las leyes de privacidad y vigilancia en los Estados Unidos. Afortunadamente, el uso de la vigilancia de video de manera que cumpla con las regulaciones y la privacidad respectivas puede ser bastante simple.
Cámaras escolares, privacidad y regulaciones
Es absolutamente legal tener cámaras de seguridad en instituciones educativas. Sin embargo, se deben tener en cuenta varios factores al instalar cámaras de video en los campus. Además, cada estado tiene leyes que difieren con respecto a la vigilancia, por lo que es crucial visitar esas regulaciones específicas. En general, las instalaciones deben seguir las mejores prácticas a continuación para garantizar que se cumplan adecuadamente las regulaciones:
Las leyes de vigilancia estadounidenses permiten la grabación y el monitoreo de áreas donde no hay una “expectativa razonable de privacidad”. Por lo tanto, se debe respetar la privacidad para que las cámaras se coloquen correctamente. Las mejores reglas a seguir para cumplir incluyen las siguientes:
- Hacer que las cámaras sean visibles: Las cámaras de seguridad deben instalarse en lugares donde sean visibles a simple vista. Debido a que algunos estados en todo el país tienen leyes más estrictas que otros, como Delaware, Kansas, Maine, New Hampshire y Dakota del Sur, que requieren el consentimiento para el uso de cámaras ocultas, es mejor colocarlas a la vista.
- La señalización no es necesaria: Si coloca las cámaras en áreas donde las personas no tienen expectativas razonables de privacidad y solo está capturando imágenes y no audio, generalmente no necesita colocar señalización. Sin embargo, es posible que desee colocar señalización de todos modos para disuadir a otros de comportarse mal;
- No se necesita permiso de los padres: Las escuelas generalmente tienen permitido grabar a los estudiantes con fines de seguridad y educativos, y por lo tanto, no se requiere el permiso de los padres. Este propósito cubre virtualmente todas las actividades que ocurren en la propiedad. Algunos estados (como Texas) requieren consentimiento si la escuela desea grabar a los estudiantes con otros fines, como materiales promocionales.
Usos comunes de las cámaras de seguridad escolares
Las cámaras de seguridad colocadas en áreas comunes como gimnasios, cafeterías, pasillos y auditorios ayudan con la visibilidad. Un sistema de seguridad confiable puede permitir que las escuelas vean numerosas áreas al mismo tiempo y puedan responder rápidamente a situaciones de emergencia. Los videos de vigilancia también ayudan a proteger tanto a los maestros como a los estudiantes del acoso, el bullying y las acusaciones falsas. Cuando la administración escolar necesita tomar medidas apropiadas en una situación, las imágenes de video ayudan a proporcionar pruebas sólidas de lo que ocurrió.
Las cámaras de seguridad dentro de las aulas proporcionan aún más visibilidad en el lugar donde los estudiantes y los maestros pasan la mayor parte de su día. Estas cámaras requieren un mínimo de trabajo adicional, son discretas y aumentan no solo la seguridad y la visibilidad, sino que también pueden proteger a la institución educativa de responsabilidad. Del mismo modo, las cámaras que se colocan en áreas al aire libre como campos, parques y estacionamientos ayudan a asegurar y monitorear los límites del campus. Si las cámaras son de alta tecnología (es decir, cámaras inteligentes), pueden detectar intrusos, capturar a los estudiantes que salen del campus, proteger a los estudiantes durante la entrega/recogida y a otras personas en la propiedad, lo que permite a los administradores de la instalación educativa tomar medidas de inmediato en caso de una emergencia.